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Laberinto,_2005,_óleo_sobre_tela,_120_x_

Sebastián Picker ha ido pintando sus personajes tanto en forma masculina como femenina, que se traducen en el espacio artificialmente iluminado, en una reflexión histórica, social y crítica sobre el ser humano contemporáneo. 

 

Desde muy joven, comenzó a dibujar caricaturas, un hábito que nunca abandonó realmente. Formado en Boston, obtuvo su primer título en 1984 y es allí donde se produce un cambio en su interés artístico, dejando de lado la caricatura para dedicarse de lleno a la pintura, a la que le añade la dimensión satírica heredada de sus primeros años. 

 

Haciendo uso de símbolos claros y medios aparentemente económicos, Picker traduce el estado de nuestro planeta y muestra exactamente lo que pone sus engranajes en movimiento. Los personajes siempre parecen abandonados, representan sin duda la soledad que se siente ante los desastres de finales del siglo XX. En cuanto a los espacios pictóricos imaginados por el artista, son mínimos y se encuentran en la encrucijada de dos culturas pictóricas sudamericanas: el arte concreto, minimalista y el arte naif. El tratamiento de este espacio siempre planteó una pregunta esencial en su arte: subraya el sentimiento de encierro, abordado por muchos pintores en la década de 1970. 

Sebastián Picker nació en 1956, en Santiago de Chile. En 1973 se trasladó a los Estados Unidos donde recibió su educación en el campo de las artes. Ha realizado exposiciones en numerosas galerías y museos de Sudamérica, Estados Unidos y Europa. 

 

Actualmente trabaja y vive en Santiago de Chile.

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